Con el reconocimiento del estatus de ciudadano, Italia garantiza, además de los derechos civiles y políticos y la protección consular en el extranjero, la posibilidad de viajar, trabajar y establecerse libremente en todos los países de la Unión Europea sin controles o límites de tiempo, aprovechando la asistencia sanitaria gratuita y otros beneficios como pensiones y asistencia en caso de desempleo o enfermedad. El pasaporte italiano también permite entrar rápidamente sin visa en 194 estados (incluidos EE. UU., Canadá, China, Australia) de 227 en todo el mundo, lo que lo sitúa en el primer lugar del Henley Passport Index. El estatus de ciudadano italiano facilita el acceso a las universidades, al mundo laboral y la gestión de muchos trámites burocráticos dentro de los países de la Unión Europea. Por último, el ciudadano italiano transmite directamente la ciudadanía a sus hijos y al cónyuge (ver pregunta n. 3).

Si el matrimonio se celebró antes del 27 de abril de 1983, la mujer automáticamente se convierte en italiana por matrimonio con un ciudadano italiano. La solicitud podrá ser aceptada incluso en caso de divorcio si se formalizó después de esa fecha. Si el matrimonio se celebró después del 27 de abril de 1983, o antes, pero la italiana era la mujer, el cónyuge, extranjero o apátrida, de un ciudadano italiano puede adquirir la ciudadanía italiana cuando, después del matrimonio, haya residido legalmente durante al menos dos años en el territorio de la República, o después de tres años desde la fecha del matrimonio si reside en el extranjero. Los términos se reducen a la mitad en presencia de hijos nacidos o adoptados por los cónyuges. En este caso, para la adquisición de la ciudadanía por parte del cónyuge extranjero se requiere:

• La ausencia de sentencias condenatorias por delitos para los que se prevea una pena no inferior en el máximo a tres años de reclusión o sentencias condenatorias por parte de una autoridad judicial extranjera a una pena superior a un año por delitos no políticos.

• La ausencia de motivos impeditivos para la seguridad de la República.

• El conocimiento certificado del idioma italiano a un nivel no inferior a B1.

Ciertamente. La legislación italiana sobre nacionalidad se basa en el derecho de sangre (ius sanguinis). Esto implica que si tengo un tatarabuelo italiano y éste no perdió su nacionalidad italiana, al nacer su hijo (mi bisabuelo) le transmitió la nacionalidad italiana. Este bisabuelo a su vez, cuando tuvo a su hijo (mi abuelo), también le transmitió la nacionalidad italiana que venía derivada de su propio padre. Así continúa hasta quienes solicitan el reconocimiento de la nacionalidad.

Nunca. El derecho a la ciudadanía es imprescriptible y puede hacerse valer sin límites de tiempo o de generaciones. Lo importante es que el ancestro italiano de origen haya fallecido después del 17.03.1861, fecha en que surge el Reino de Italia.

No. Ante el Tribunal italiano serás representado por un abogado de nuestro Estudio: los documentos y el poder podrán enviarse a Italia por correo (ordinario o electrónico). Nosotros nos encargaremos de preparar y presentar los documentos necesarios y de participar en las audiencias (generalmente no se requieren más de dos) y te mantendremos informado en tiempo real sobre el desarrollo del procedimiento.

Hasta 2022, la competencia exclusiva para las causas de reconocimiento de la ciudadanía italiana estaba atribuida al Tribunal de Roma, el cual, debido al número creciente de nuevos procedimientos (decenas de miles), no tenía suficientes recursos para tramitarlos antes de dos o tres años. Para resolver el problema, en la ley de reforma del proceso civil n. 206 del 26 de noviembre de 2021 se incluyó un artículo que, a partir del 22 de junio de 2022, alivió la carga sobre el Tribunal de Roma al atribuir la competencia al Tribunal distrital del lugar de nacimiento del ancestro italiano. Ahora, por tanto, las causas se distribuyen en 26 tribunales distritales diferentes con una reducción considerable de los tiempos de tramitación, que en su mayoría, salvo imprevistos siempre posibles, van de un mínimo de nueve a un máximo de veinte meses.

No: todos los descendientes del mismo ancestro italiano sin límites de grado (incluso si pertenecen a diferentes núcleos familiares) pueden presentar una única solicitud y obtener una sola sentencia válida para cada uno de ellos. Esto implica que los solicitantes pueden dividir el costo total entre ellos, logrando un ahorro significativo, especialmente en el caso de familias numerosas. El Estudio Legal Ubertone normalmente aplica una tarifa base con aumentos del 15% por cada solicitante adicional después del primero.

Para obtener el título de abogado en Italia es necesario tener una licenciatura en Derecho que se obtiene después de un ciclo de estudios universitarios de cinco años, un período adicional de al menos 18 meses de prácticas y superar el examen de habilitación. El examen de habilitación para la profesión es muy selectivo y menos del 50% de los candidatos lo supera. La ley italiana también establece que los abogados habilitados están sujetos a un estricto control disciplinario (que en caso de violaciones graves puede llevar a la suspensión o eliminación del Colegio), así como a la obligación de tener un seguro de responsabilidad profesional en favor de los clientes. El Estudio Jurídico Ubertone ha contratado una cobertura de hasta un máximo de 2.500.000,00 €, aunque en más de cien años de actividad y decenas de miles de casos tratados, ningún cliente ha solicitado una indemnización.